José faustino sánchez carrión y su justicia legal como inspiración para el perú

NOTICIAS 11:53 AM 03-06-2024

LA EDUCACIÓN DE SÁNCHEZ CARRIÓN COMO INSPIRACIÓN PARA LA JUSTICIA LEGAL EN EL PERÚ

Por SERGIO LENNIN BOBADILLA CENTURIÓN (ensayo presentado en el Concurso por los 200 años del Bicententario de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, 15.04.2024).

 

  1. EXORDIO.-

Por el año 1556, el tercer virrey Andrés Hurtado de Mendoza y Cabrera (Cuenca, España 1510 - Lima, 14 de septiembre de 1560) cuando desembarcó en el puerto de Huanchaco, en su escala hacia Lima, dejó monedas de plata para edificar la catedral de Truxillo y para la construcción de un centro de educación religiosa, antes que en la capital virreynal. El historiador HÉCTOR CENTURIÓN VALLEJO (ex Presidente de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, 1968) nos comenta al respecto: “…no sólo fundó varios pueblos y dio provisiones a favor de los indios, sino que particularmente, con relación a la enseñanza, a su paso por esta ciudad, fundó un colegio en mayo de 1556, para la cultura intelectual de sus habitantes, en cuya aula recibió las primeras luces de la sabiduría Carlos Marcelo Corné, andando el tiempo Obispo de esta Diócesis y fundador del colegio Seminario que honrosamente lleva su nombre(CENTURIÓN VALLEJO;2000, p.06).

 

Así, solamente Lima y Truxillo fueron las primeras ciudades virreinales que fueron pobladas por españoles letrados y creadas bajo un mapa arquitectónico. En nuestro caso, fue el español Martín de Estete quien trazó urbanísticamente al estilo hispano nuestro centro histórico.

 

Este fue el momento del inicio de la estructuración formal de la mezcla de la educación española en tierra de los moches, de la incursión y arraigo del pueblo andino sureño WARI y de los CHIMÚS. Sobre esta base de la imposición del proceso de aprendizaje-enseñanza española sobre nuestros antepasados se forjaron los cimientos de la educación trujillana que influyó a todo el norte-andino peruano.

 

En la costa, se eliminó totalmente la variante del idioma mochica: el quingnam: “el habla de los pescadores” que abarcaba desde Huanchaco hasta Paramonga. En las zonas andinas, sucedió del mismo modo, se erradicó paulatinamente el uso de quechua, como fue el caso de Wamachuco y anexos. Lugar que fue uno de los epicentros de la explotación minera aurífera en la colonia. He aquí, el contexto socioeconómico donde nació y vio emerger su adolescencia, el gran padre de nuestra República. 

 

Posteriormente, el 04 de noviembre de 1625 fue la fecha formal de la creación del Colegio Seminario que influyó a todo el norte peruano virreynal. En esa época, todo adolescente que deseaba seguir estudios en Lima, tenía que primero estudiar en este claustro escolar trujillano, al cual se ingresaba previamente bajo una estricta y rigurosa postulación. En este contexto histórico-pedagógico, se forjaron los lineamientos formativos-educativos en los años en que cursó estudios el precursor-prócer José Faustino Sánchez Carrión Rodríguez en Truxillo. Pues, adentrate conmigo a esta fascinante historia.

 

  1. LA EDUCACIÓN Y LA POLÍTICA EDUCACIONAL DEL TRIBUNO.-

 

Nacido el 13 de febrero del año 1787. El padre del Tribuno, el español Agustín Sánchez Carrión fue propietario de todas las minas de la zona andina liberteña (Quiruvilca, Pataz, Parcoy, Huamachuco, Buldibuyo, el Toro, Tayabamba, etc). Su madre doña Teresa Rodríguez y Lezama quien falleció el 11 de enero de 1794, cuando Sánchez Carrión no cumplía los siete años de edad. No existen datos fehacientes sobre su infancia, pero es presumible que, a la muerte de su madre, quedó bajo los cuidados de su hermana mayor Fermina y, con el auxilio de los curas del lugar, de quienes aprendió las primeras letras y latín. A los 15 años, viajó a Trujillo y fue matriculado el 02 de abril de 1802 como alumno pagante. Estudió gramática, latinidad, lógica, física, filosofía y francés. Fue el mejor alumno orador de su época. Recitó la oración latina en 1803-1804, ante todo el profesorado y alumnado en presencia del obispo, autoridades civiles y personas notables en la romántica capilla de Loreto del colegio Seminario San Carlos y San Marcelo, siendo éstas las únicas actuaciones culturales en Trujillo colonial…” (CENTURIÓN VALLEJO; 1975, pp. 13-23).

 

Su afición fue el despertar de los nuevos libros. Su ilusión era leer tras leer, un libro tras otro, para aglutinar mayores recursos doctrinales-gramaticales para su prosa y su bagaje cultural-académico. Empero, tenía grabado en su mente de infante, el sufrimiento y la explotación minera diaria de los españoles contra el pueblo originario de la comunidad andina de Chucos. Wamachuco, en ese entonces, aún las clases oprimidas se comunicaban en una de las variantes del quechua. El Ministro del Libertador había nacido escuchando el zigzagueante hablar de este idioma de los antiguos dueños de los andes.

 

A sus 17 años de edad, hijo de uno de los españoles más acaudalados del norte virreinal, ya había terminado sus estudios en el colegio Seminario y, paso a estudiar al Convictorio Carolino de Lima en el año de 1805. Era obvio, que su padre lo apoyó económicamente para sus estudios en Trujillo y en la capital. Toda su educación fue pagada. Hasta aquí, el futuro de nuestro protagonista era la vida del sacerdocio.

 

Ya, en la ciudad de los reyes, nuestro precursor-prócer conoció a un maestro español, el jeronimita Padre Cisneros, quien de manera secreta trajo de España famosas obras de autores de la Ilustración y la Enciclopedia que figuran en el index romano, que eran prohibidas. A través de los estudios y la educación en el convictorio, Sánchez Carrión fue adquiriendo su amor a la libertad y a las ideas republicanas.  En este mismo marco ideológico, su maestro Toribio de Rodríguez de Mendoza fue quien desarrolló en extenso estas ideas de los nuevos libros que fueron el soporte para su educación superior.

 

 

Hasta esta fase de su vida, el Tribuno ostentaba un conflicto ideológico que pululaba en su preclara mente. El dogma de la Teología y del escolasticismo se iba diluyendo ante el racionalismo liberal de “Descartes, del cogito ergo sum, del rechazo del principio de autoridad intelectual; del sensacionalismo de Locke como fuente y camino del conocimiento perceptivo de la verdad, siempre relativa; del análisis sistemático de Condillac; de la ironía punzante y de la tolerancia filosófica de Voltaire; de las nuevas concepciones del Derecho, especialmente del Natural y de Gentes, que con Locke, Rousseau, Pufendorf, Montesquieu concluye afirmando que la ciencia del Derecho obedece a una relación causa a efecto y no a un designio o intención sobrenatural, administrado en la tierra por alguien que se cree mandatario de Dios o Dios mismo. Se concibió con el mecanicismo, un Universo gobernado por las leyes naturales inflexibles, y el Novum Organum de Francisco Bacon enseñó que el camino perceptivo para encontrar la verdad es la observación y la experimentación que lleva a conocer inductivamente las leyes del Universo. Así como, Newton subordinaría el Cosmos con la ley de la gravitación universal al gobierno de leyes naturales. En cuanto al método pedagógico, las nuevas orientaciones sirvieron también de fuente nutricia a Sánchez Carrión, que vio obsoleta la norma retrograda del magister dixit del escolasticismo, reemplazada por la observación, la experimentación, el racionalismo, el sensacionalismo, lo que equivalía entonces, en el campo cultural a abandonar el sistema astronómico de Ptolomeo por el de Copérnico y Galileo, conducentes a libertar la mente humana…” (CENTURIÓN VALLEJO; 1975, pp. 25-27).

 

Recordemos que en esta etapa de la humanidad. Europa era la inspiración para todas las colonias de América. En estas condiciones, surge también los estados norteamericanos. Principalmente, ante la decadencia del imperio español por los embates del nuevo imperio naciente francés a cargo de Napoleón Bonaparte (afamarse dictador para ese momento, era como ser demócrata en la actualidad) y a su vez, en Inglaterra, su contraparte como ente hegemónico en el mundo. España se encontraba a punto de perder una colonia tras otra. Lima virreynal se iba a convertir en el penúltimo bastión (la isla de Cuba fue la última) que resistiría por ser la base central de toda la explotación minera aurífera que ahora, es la base económica de la actual corona española.

 

Así, poco a poco, Sánchez Carrión realzó su posición de clase a favor de las grandes mayorías. A pesar que su extracto social devenía de la alta clase oligarca española. Claramente, José Faustino Sánchez Carrión Rodríguez podía haber regresado a ayudar a administrar las minas de oro de su padre en la zona andina liberteña. Pero, prefirió seguir estudiando y preparándose en el Convictorio Carolino para convertirse en abogado, buscando una justicia a través de sus estudios, mediante su educación a favor de las grandes mayorías.

 

Así, transcurría el tiempo intelectual para José Faustino quien ostentaba una alta producción intelectual de discursos. Por eso, cuando estudió a José Baquíjano y Carrillo quedó completamente maravillado. Toda vez, que en el año de 1787 cuando recién había nacido el huamachuquino, surgió el “Elogio al Virrey Jáuregui”. Baquíjano esbozó, entre otras partes de su discurso, lo siguiente: “Un Pueblo es un resorte que, forzado más de lo que sufre, su elasticidad revienta destruyendo la mano imprudente que lo oprime y sujeta”.

 

Para estos años, se convirtió en el mejor estudiante del Convictorio en el preludio de la independencia. Era la esperanza del republicanismo. Su amor a la lectura y a los estudios, dio frutos. Fiel a la costumbre de esa época, donde los mejores alumnos pasaban a dictar clases. Este fue el caso de Sánchez Carrión Rodríguez que fue designado profesor de leyes y cánones. En efecto, “…su trabajo en la enseñanza pública fue sacrificado y desinteresado; pues abandonó sus estudios de jurisprudencia y sin percibir ningún emolumento, se dedicó a la enseñanza de Filosofía y Matemática y Derecho Canónico. Toda vez, que tenía que culminar sus estudios profesionales para incrementar sus medios económicos al haberse decidido formar hogar…” (CENTURIÓN VALLEJO; 1975, p. 33).

 

En la translación dialéctica de la enseñanza, fue nutriéndose de mejores armas académicas. En ello, radicó lo fundamental para la estructuración ideológica del Tribuno, quien se convirtió en el orador oficial del claustro Carolino. Entonces, su alma y espíritu ya respiraba otros alimentos intelectuales y doctrinarios. El dogma religioso había quedado relegado. Así, José Faustino fue el encargado del discurso formal ante el Virrey de ese entonces: el Márquez José Fernando de Abascal. Justamente, para el aniversario de la promulgación de la constitución política española de 1812, la que había reconocido derechos fundamentales a los habitantes de las colonias en América. Por eso, su discurso se basó en la igualdad de derechos entre los peninsulares y los criollos, entre otras gestas libertarias más. En sustancia, fue una condena al régimen esclavista colonial y una apología a la independencia y a la libertad. Ergo, el virrey amonestó a Faustino y ordenó que no volviera a ser el orador oficial del Convictorio, del cual dijo: “Hasta los ladrillos son insurgentes”.

 

Para el 06 de noviembre del año 1813, el colegial y maestro en el Convictorio, obtuvo el grado de bachiller en derecho. El 29 de julio de 1818, fue admitido al colegio de abogados de la Lima virreynal. A sus 31 años estaba listo para convertirse en el mejor precursor de nuestra independencia. No obstante, ante la coyuntura política de incertidumbre y que su vida estaba en riesgo y era vetado por la cúpula aristócrata limeña pro realistas, se trasladó con su familia a un paraje andino cerca de Lima, similar a su tierra natal: Sayán. Donde la naturaleza y la cercanía con los antiguos peruanos, reavivaba mejor sus principios y convicciones. Desde aquí, comenzó sus batallas doctrinarias-educacionales.

 

Posteriormente, a la llegada de San Martín a Lima. José Faustino Sánchez Carrión Rodríguez se desengaña con esta inocua gesta libertaria, buscando otra alternativa.

 

Faustino (-tratamos de una manera pedagógica denominarlo así o como otras denominaciones, porque actualmente el Perú sabe poco nada de él. Así, buscamos motivación visual y lexical a fin de crear un mayor acercamiento a su pensamiento-) se convirtió en un abogado-educador con sueños de forjar el nacimiento de una nueva sociedad. Por ello, nuestra posición histórica, es la denominación de precursor-prócer como también lo refiere Eugenio D´Medina Lora en la última obra del Ministro del Libertador en el Perú (D´MEDINA LORA; 2019).

 

Lo primero, como tendencia a sumar y condensar doctrinariamente los pasos antes de la independencia. Lo segundo, porque contribuyó en el ejercicio mismo de la brega militar con su máquina de escribir y actos ejecutivos como secretario y ministro del verdadero Libertador Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco (Precisando que San Martín no disparó ninguna bala en ninguna batalla en la Lima Virreynal. Eso nos conlleva a la hipótesis que el argentino negoció subliminalmente con los realistas y, se retiró sigilosamente).

 

Para el mes de noviembre del año 1822, teniendo como colaborador a Francisco Javier Mariategui y Tellería, editó el bisemanario “La Abeja Republicana” (librito diminuto que se alcanzaba a esconder debajo de la vestimenta para librarse de la represión realista). Así, en estas ediciones se sembraba y divulgaba los fundamentos del sistema republicano, orientando la opinión de los ciudadanos y la destitución de Monteaguado (gestor de la monarquía). La libertad es inherente a la naturaleza humana. El hombre nace libre y la civilización lo corrompe. La educación e instrucción es el arma poderosa para frenar el despotismo. Para los números 4 de este librito se publica las célebres y demoledoras Cartas con el seudónimo “El Solitario de Sayán”. La vida del padre de nuestra patria estaba bajo amenaza, subliminalmente escondía su autoría, mientras los españoles sigan en el poder político-militar en la capital del Virreynato.

 

Posteriormente, en el marco de la creación del primer Congreso de la República. El 10 de octubre de 1822, nuestro primer Tribuno, en su calidad de Secretario del mismo, redactó el discurso, un documento en quechua a los RUNACUNAMAN (significa para toda la gente) para que sea escuchada por todos los fundadores del poder legislativo. El texto original se encuentra en el museo Mitre de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, que traducido dice así, entre sus partes más pertinentes: “Nobles Hijos del Sol, amados hermanos, a vosotros virtuosos indios, os dirigimos la palabra, y no os asombre que os llamemos hermanos: lo somos en verdad, descendientes de unos mismos padres, formamos una sola familia y, con el suelo que nos pertenece, hemos recuperado también nuestra dignidad y nuestros derechos. Hemos pasado más de trescientos años de esclavitud en la humillación más degradante…” “...Este congreso tiene la misma y aún mayor soberanía que de la de nuestros amamos Incas. Él, a nombre de todos los pueblos, y de vosotros mismos, va a dictar leyes que han de gobernarnos, muy distantes de las que nos dictaron los injustos reyes de España. Vosotros indios, sois el primero objeto de nuestros cuidados. Nos acordamos de los que habéis padecido y, trabajamos por haceros felices en el día. Vais a ser nobles, instruidos, propietarios y representaréis entre los hombres todo lo que es debido a vuestras virtudes. Esperad muy breve el cumplimiento exacto de estas promesas que no son seguramente como los falsos ofrecimientos del gobierno español. Aguardar también nuestras frecuentes cartas, nuestras determinaciones y nuestra constitución. Todo os irás en vuestro idioma quechua, que nos enseñaron nuestros padres y mamasteis a los pechos de vuestras tiernas madres…” (CENTURIÓN VALLEJO; 1975, pp. 58-59). José Faustino conocía que el Perú era multicultural en todo el sentido de la palabra.

 

De tal así, a Sánchez Carrión no le interesó nunca heredar las propiedades y las minas de padre que actualmente son las mejores y son el sustento macroeconómico de nuestro Estado. En palabras del maestro universal Cervantes Saavedra en su obra cumbre, advierte: “La sangre se hereda, pero la virtud se aquista”. Así, nuestro gran huamachuquino era de sangre española, pero de corazón andino. Sus virtudes se forjaron con su educación y sus estudios. Incluso, con una mente abierta, democrática y respetando los derechos de los pueblos antiguos de nuestro Perú.

 

Mientras tanto, en la Lima virreinal todo estaba incólume. San Martín no había hecho nada desde el punto de vista militar. Bolívar, su voz, mando y sus victorias militares retumbaban desde el norte. Era menester que una comitiva vaya al encuentro del verdadero Libertador. El más idóneo para tal viaje, fue el gran Tribuno que buscó como acompañante al gran poeta Joaquín Olmedo. Regresa de Ecuador con el libertador venezolano para enrumbarse al derrocamiento del yugo español. El día 01 de septiembre del año 1823 desembarcaron en el puerto del Callao. Las festividades duraron por toda una semana. En una de ellas, Sánchez Carrión Rodríguez recitó un poema:

 

                                          “El cetro de España

                                           Rompe en esta esfera,

 Y ante su bandera

 Caiga su pendón;

 Y rompiendo Lima

 Todas sus cadenas

       Cuente como Atenas

       Un otro Simón”.

 

 

Sánchez Carrión Rodríguez ya como político y ministro en funciones a lado del verdadero Libertador. “Analiza el principio de la división de poderes comparándola con las leyes de Kepler en el sistema planetario, de manera que en sus rigurosas limitaciones jamás atente el uno al otro; pero sí combinarse en su trinidad política porque emanan de la soberanía nacional que es una e indivisible, debiendo ejercerlos hombres de buena fe con ardientes deseos de acertar y evitar la arbitrariedad. Enseña que el poder ejecutivo es el más terrible, pero puede ser controlado con reglas ciertas y constantes…”. “Admira y propugna para el Perú la organización federal, como la establecida en Norte América, comparándola como el armonioso funcionamiento del sistema planetario y como un ejemplo de unos de unos sus planetas dicen: “El departamento de Trujillo sólo es capaz de formar un gran estado”. analiza sus recursos naturales como base para constituirse en unos de los estados del Perú federal”.

 

En relación, al colegio Seminario Concilar de San Carlos y San Marcelo de Trujillo, el único centro educacional de todo el norte del Perú en esa época. A través del poder de Sánchez Carrión Rodríguez y Simón Bolívar se ordenó que las familias ricas de Paita y Colán, Ferreñafe, Lambayeque, Monsefú, Santiago de Chuco, Usquil, Otuzco, Cajabamba, Tayabamba y Chota, cuyos productos no se habían afectados por el gobierno, se les señale una cuota anual para el colegio Seminario. Cuotas abonadas desde el primero de junio hasta la provisión canónica de dichos beneficios, con la cláusula penal de que se les duplique las cuotas mensuales que dejasen de pagar para cuyo control debería elevar listas bimestrales. Asimismo, se requiera ejecutivamente a los deudores de fincas, censos o principales afectados en favor del Seminario, hacer todo lo conducente al restablecimiento y reforma de la casa de estudios. Aquí, Sánchez Carrión demuestra su amor y agradecimiento a su claustro escolar, quien fue el más distinguido alumno en todas sus épocas”. (CENTURIÓN VALLEJO; 1975, pp. 56-76).

 

El 26 de marzo de 1824 bajo el mando militar y gubernamental de Bolívar, se funda la primera Corte Superior de Justicia. Se crea así, por primera vez, el Poder Judicial que nombraron como primer Presidente del Supremo Poder Judiciario, el Dr. Manuel Lorenzo Vidaurre, para que sea aplicada la ley fundamental del país, con jurisdicción en todos los departamentos libres, mientras Lima era liberada.

 

Al paso de unos meses, el 10 de Mayo de 1824, bajo la iniciativa también del ilustre huamachuquino se decretó la fundación de la Universidad Nacional de Trujillo. Se dispuso que se estudie las ciencias exactas y naturales, que enriquecen al hombre con el conocimiento, dominio y aprovechamiento de las fuerzas de la naturaleza. Filosofía y Humanidades que proporcionan cultura integral y fortalecían la posición del peruano en su nueva comunidad de naciente republicanismo y en su posición ante América y el Mundo. Derecho Público y Patrio para que el ciudadano comprenda sus deberes y derechos democráticos y republicanos.

 

En resumidas cuentas, la figura educativa del ilustre huamachuquino ha sido olvidada en estos 200 años, el maestro de Historia de la Universidad Nacional de Trujillo, el Dr. Héctor Centurión Vallejo refiere al respecto: “…temían que desde su tumba, con la fuerza de sus ideas, siguiera ganando batallas en las tribunas del pensamiento en favor de su querido Perú, de la libertad, de la democracia, de la justicia en favor de los hermanos oriundos de la tierra del sol, del régimen republicano, de la unión de los pueblos bolivarianos. su reencuentro y reencarnación en la conciencia de los pueblos del Perú, ya es un hecho...”. (CENTURIÓN VALLEJO; 1975). El 02 de junio de 1825 en Lurín, fallece sin ninguna propiedad, sin dinero, sin bienes, pero con un legado universal que se lleva en una alama como peruanos. Esas similitudes con Bolívar, lo unieron en carne y alama hasta la eternidad.

 

El gran Tribuno tenía como lema entre otros: “Señor, La Libertad es mi ídolo, y lo es del pueblo; sin ella, no quiero nada”. Por eso, su viuda Mercedes Dueñas escribió el 13 de junio de 1825 a Simón Bolívar para pedirle dinero porque su familia no tenía ni para las necesidades primarias, señalando después de su muerte, en esta misiva, entre otros detalles: “…este resultado es el más satisfactorio a la clase honrada…”. Fue el más ferviente luchador por la libertad y por la justicia de la patria grande.

 

Por su parte, José Joaquín Larrivia, íntimo amigo del gran fundador de la República, en la necrología que escribió a la muerte del Precursor-Prócer, dice: “Parece que la naturaleza, por un feliz presentimiento, hizo nacer en el suelo que había de nombrarse, un día, el departamento de La Libertad, a unos de los primeros sacerdotes de esta diosa benéfica, que tanto ha trabajado, en establecerle culto, y levantarle templo” (CENTURIÓN VALLEJO; 1975).

 

El olvido al gran padre de nuestra República, aún permanece. A pesar, que existe un colegio y una universidad con su nombre. A pesar, que luce su busto, su monumento y su placa recordatoria que se encuentra situada detrás del Congreso de la República, al extremo de Simón Bolívar. inaugurada a duras penas hace un par de años.  Ellos son los guardianes, cimientos axiológicos e ideológicos de la justicia en nuestra República. Hecho que no debemos olvidar nunca como aspiración a una justicia integral.

 

Verbigracia, en su última obra del año 2019 publicada por el Fondo Editorial del Congreso, escrita por Eugenio D´Medina Lora, obvia y omite totalmente la obra del Dr. Héctor Centurión Vallejo del año 1975. Ergo, nunca revisó ni leyó esta magna obra que, a ciencia cierta, es la más prodigiosa, exegética y frondosa investigación histórica. Pero, si señala a Porras Barrenechea, Basadre, entre otros. Esta flagrante omisión contra este libro del ex Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales (quien fue defenestrado de su cargo con el golpe de Fujimori en 1992). Obra que ha sido la única galardonada internacionalmente, ganadora entre las decenas de trabajos de investigación bajo el PREMIO ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN en Caracas - VENEZUELA, el 11 de diciembre de 1975, con el lema “Trujillano”.

 

En este ínfimo ensayo, tengo la postura convincente e histórica que se olvidó a nuestro gran huamachuquino como igual a Bolívar. Por que fueron, los que dictaminaron pena de muerte a los corruptos. La corrupción no existía a tal extremo en Venezuela, Colombia y Ecuador. Lima virreynal a la salida de San Martín era un caos, corrupción por todo lado.

 

Por eso, no hubo otra alternativa, el 02 de enero de 1824, el General Simón Bolívar con la firma de su Secretario - Ministro de Estado José Faustino Sánchez Carrión decretan la pena de muerte para todos los funcionarios públicos que hayan “malversado o tomado para sí” parte de los fondos de la nación, a decir textualmente:

“Teniendo Presente: 1°–Que una de las principales causas de los desastres en que se han visto envuelta la República, ha sido la escandalosa dilapidación de sus fondos, por algunos funcionarios que han invertido en ellos;
2°–Que el único medio de extirpar radicalmente este desorden, es dictar medidas fuertes y extraordinarias, he venido en decretar, y Decreto:
Artículo 1°–Todo funcionarios público, a quien se le convenciere en juicio sumario de haber malversado o tomado para sí de los fondos públicos de diez pesos arriba, queda sujeto a la pena capital.

Artículo 2°–Los jueces a quienes, según la ley, compete este juicio, que en su caso no procedieren conforme a este decreto, serán condenados a la misma pena.

Artículo 3°–Todo individuo puede acusar a los funcionarios públicos del delito que indica el Artículo 1°.

Artículo 4°–Se fijará este decreto en todas las oficinas de la República, y se tomará razón de él en todos los despachos que se libraren a los funcionarios que de cualquier modo intervengan en el manejo de los fondos públicos.

Imprímase, publíquese y circúlese. Palacio Dictatorial de Lima, a 12 de enero de 1824

 

La pena de muerte era lo único para afrontar y, fue la verdadera causa de la victoria contra los españoles. Los grandes historiadores peruanos como Porras Barnechea, Basadre, entre otros, nunca han investigado este tema. Lima y su historia odian a Bolívar y a José Faustino porque impulsaron una lucha contra la corrupción. Siempre tienen la excusa que era un dictador. En sí, una lucha contra la corrupción es una forma de educar a la población. Hecho que deviene para otro ensayo.

 

Como ex alumnos sanjuanistas, algunos profesores insulsos, ignotos, nos enseñaron a crear cierto odio, revancha, desazón, desdén a los alumnos de la G.U.E. J.F.S.C. Nunca nos enseñaron la historia del precursor-prócer. Nunca en nuestros cursos escolares de Historia del Perú y en Educación Cívica nos enseñaron a amar a Sánchez Carrión y darle el sitial que le corresponde. A nutrirnos de sus enseñanzas justas y educación y, sobre todo, de su limpia política.

 

  1. CONCLUSIONES.-

 

  1. José Faustino Sánchez Carrión Rodríguez nació en una familia super acaudalada con las mejores enseñanzas de esa época. Su interacción social con los explotados causó en su alma y espíritu que se forjara una justicia a favor del interés social y al bien común.

 

  1. Fueron sus estudios, su amor a la lectura y educarse siempre bajo la atenta mirada de sus maestros para forjar sus principios y convicciones por la formación de una República justa.

 

  1. Como alumno-profesor combinó esta dualidad dialéctica para poder aprehender mejor la problemática del nacimiento de nuestro estado republicano bajo una mirada justa. Por ello, reforzó el aparato estatal educacional de todos los departamentos libres antes de su muerte.

 

  1. El gran tribuno como político determinó que gobernar es poblar y, poblar es educar. Su conocimiento lo compartió con todos ya sea como maestro o como político mediante la abeja republicana.

 

  1. Fue el primero en proclamar el derecho inclusivo de los quechua-hablantes y en reconocer que el Perú es un Estado multicultural y multilingüista. Han tenido que pasar casi 200 años para que nuestras autoridades políticas se acuerden de nuestro Faustino. De hacer, una patria más justa.

 

  1. José Faustino vivió, nació y murió a lado del pueblo, a lado de la justicia. No dejó herencias patrimoniales solamente su legado justo y equitativo que será la base angular de nuestra República. Su vida y muerte debe ser una fuente de motivación e inspiración para formar identidad republicana de los peruanos en costa, andes y selva.

 

  1. Combatió la corrupción con la pena capital en la naciente República del Perú. Un mal endémico que permanece entre nosotros a toda escala.

 

 

 

    RECOMENDACIONES

 

  1. Para todas las autoridades políticas y gubernamentales se debe crear una Biblioteca física o virtual con todo el acervo documentario del huamachuquino. Principalmente, en la Corte Superior de Justicia donde fue su padre biológico.

 

  1. Para todas las autoridades universitarias, se debe crear la cátedra universitaria de José Faustino. Fomentar concursos anuales nacionales e internacionales de su vida y obra por una patria más justa como fue el pensar y pensamiento de Sánchez Carrión Rodríguez.

 

 

 

 

 

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

CENTURIÓN VALLEJO, HÉCTOR (2000).  “HISTORIA DEL NACIONAL DE COLEGIO SAN JUAN DE TRUJILLO”. Revista de la ASOCIACIÓN DE EXALUMNOS SANJUANISTAS (AEAS). Lima. Edit. Servicios e Impresiones; pp. 128.

 

CENTURIÓN VALLEJO, HÉCTOR (1975). “José Faustino Sánchez Carrión: El Ministro del Libertador”. Archivo General de la Nación, Caracas/Venezuela; pp. 230.

 

D´MEDINA LORA, EUGENIO (2019). “Faustino. Pragmatismo y Utopía en el Republicanismo Liberal de Sánchez Carrión”. Fondo Editorial del Congreso del Perú. Lima; pp. 232.

Compartir en: